A partir de la década de los ochenta, con un alfiler, Claudio Bertoni comienza a intervenir diapositivas de algunas de sus fotografías. Operación que retoma este año reemplazando el alfiler por una aguja saco. En esta propuesta, las figuras —mujeres, perros, árboles— ceden y se transforman en composiciones: el material fotográfico es reutilizado como soporte, similar a una tela, disponible para el trabajo de colores, formas y estructuras.
La obra artística de Bertoni ha transitado por recursos de diverso origen: la escritura, la fotografía, el arte objetual, el collage, la instalación y otras prácticas resistentes a la categorización. Precisamente, estas desgarraduras se inscriben en este último grupo, vinculándose visualmente con sus acuarelas y collages.
A continuación verán una serie de conversaciones que Claudio Bertoni sostuvo con el equipo de Quilombo Ediciones.
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